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Echando mano de su rica historia, Hamilton nos sorprende con un reloj de bolsillo que nos traslada a aquella época en la que viajar por tren era la opción más moderna y eficiente. La máxima precisión en el cronometraje era fundamental para el buen funcionamiento del sistema ferroviario y justamente los relojes de bolsillo de […]
Echando mano de su rica historia, Hamilton nos sorprende con un reloj de bolsillo que nos traslada a aquella época en la que viajar por tren era la opción más moderna y eficiente.
La máxima precisión en el cronometraje era fundamental para el buen funcionamiento del sistema ferroviario y justamente los relojes de bolsillo de Hamilton, reconocidos por su precisión y legibilidad, estaban a la altura.
Ahora parece lejano, sin embargo, antes de los sofisticados sistemas digitales de cronometraje que hoy conocemos, cuando la aparición del primer ferrocarril estadounidense era noticia, Hamilton asumió la importante tarea de cronometrar el sistema ferroviario americano.
Precisamente el Railroad Pocket Watch encarna el espíritu de ese primer ingenio relojero, una combinación única de técnicas norteamericanas de producción en serie y de microingeniería avanzada.
Este reloj fue desarrollado para celebrar las raíces ferroviarias de Hamilton, y es una edición limitada a 917 piezas. Como suele suceder con este tipo de piezas, el número de esta edición limitada es igualmente representativo ya que hace referencia a la dirección de la empresa, ubicada en el 917 de la Avenida Columbia en Lancaster (Pensilvania).
Lo que destaca en esta singular pieza es su caja de acero inoxidable de 50 mm, su carátula blanca esmaltada que, por supuesto, evoca la de los relojes ferroviarios clásicos, con demarcaciones rojas cada 5 minutos a lo largo de una escala de minutos exterior totalmente graduada; índices de números romanos extragrandes; agujas lacadas en negro; y un pequeño contador de segundos a las seis en punto para un cronometraje preciso.
El fondo de la caja cerrada presenta un grabado especial de un tren y las palabras “130th Anniversary Railroad Special” en conmemoración de las trece décadas que han pasado desde la fundación de la manufactura en 1892.
Al interior late el movimiento de cuerda manual, ETA 6497, que ofrece 50 horas de reserva de marcha. No podía faltar una cadena extraíble y una funda de viaje de piel para completar el conjunto y darle este toque vintage al reloj. El toque moderno y duradero de la pieza se lo da el cristal de zafiro con revestimiento antirreflectante y su hermeticidad de 50 metros (5 bares).
El Railroad Pocket Watch, nos remonta al ayer y nos recuerda hacia dónde vamos en el mundo de la relojería.